907

EL PRINCIPAL problema que tengo para lograr prosélitos de Francisco Umbral, ahora que ha renacido mi pasión por él tras 25 años de amor y otros cinco de odio, es que este mayúsculo artífice del lenguaje cultivaba un machismo de lo más rancio (sí, existen machismos menos rancios). Escribe en Los cuerpos gloriosos:

Yo lo que quiero es tirarme a Bibí Andersen, ahora que es hembra total, completa, ahora que tiene una vagina, ahora que gusta del hombre/hombre, ahora que el unicornio ha perdido el cuerno y la mujer ha ganado el derecho a ser follada. [...] Hay que cepillarse a Bibí Andersen como sea. Es la asignatura pendiente de la democracia. Los machos viriles lamentábamos que no fuese hembra. Los otros se alegraban de que fuese hombre. Ahora que es mujer, ahora que, tras la castración sacrificial, ya tiene la sagrada vagina de los mitos femeninos, está como un poco obligada, Bibí, a dejar que nos la beneficiemos los varones con carné de tales, aquí en Madrid, más algunos ricachos que vengan de provincias con certificado del gobernador civil de que no son bujas.

Se me dirá que no es para tanto, que solo hace humorismo o literatura (ni puta la gracia), pero qué me decís entonces de esto que cuenta en Crónica de esa guapa gente, cuando narra de forma realista lo que hizo con el entonces famoso presentador de televisión García Tola:

Una tarde de domingo, llena de toda la siniestrez dominical, Tola y yo nos fuimos a su apartamento con dos choricillas del Gijón y, como no se dejaban, Tola les pegó, las insultó, las echó de casa, y yo le ayudé en todo.

Menudo personaje: esto entra dentro de los delitos penales. Se me argumentará el famoso contexto: el contexto no era por desgracia el de ahora, pero ya entonces, año 1991, este tipo de escritos ya estaban mal vistos y esas acciones penadas. De hecho, un grupo de feministas invadió su comunidad de vecinos, años antes de que se fuera a vivir a su dacha con piscina, e hizo pintadas de "UMBRAL VIOLADOR", pero Umbral no solo no se arredró, sino que presumía de su machirulismo y hasta publicó una foto de una de las pintadas en el mismo libro:



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QUÉ BONITO y acertado esto que dice Grossman sobre la poesía en Que el bien os acompañe: afirma que existen poetas que son panaderos, que te hacen poesía alimenticia plena de pasión y humanidad, y existen poetas que solo son joyeros, que te hacen sofisticadas composiciones palabristas, muy complejas desde lo técnico, pero sin el alma de los primeros.

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NO OS penséis que los periodistas solo maltratan a los poetas pelagatos; hasta Elizabeth Bishop sufrió en sus carnes su habitual proceder analfabeto. Responde así en su entrevista a The Paris Review:
Siempre me he considerado muy feminista. Hace poco me entrevistó una periodista de The Chicago Tribune y después de hablar unos minutos con ella me di cuenta de que quería presentarme como “mujer a la antigua usanza”, por oposición a Erica Jong y Adrienne Rich, que me caen bien, y otras autoras radicalmente feministas. Al final le pregunté si había leído algunos de mis poemas y, al parecer, había leído uno. No entendí cómo podía entrevistarme si no sabía nada de mí, así que se lo dije.
El género de la entrevista literaria, salvando excepciones, consiste en que un tipo que no tiene tiempo ni ganas de leer tu obra se hace con las entrevistas anteriores que has concedido y te vuelve a hacer las mismas preguntas, con ligeras variantes, con lo que cada entrevista que concedes es un poco más de spam que arrojas a la red.

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ESCRIBE GIDE en su Diario, con fecha febrero de 1924:
Si en el futuro se publica mi diario, temo que dará una idea de mí bastante incorrecta. No he escrito en él durante los largos periodos de equilibrio, de salud, de felicidad; sino en esos periodos de depresión, cuando lo necesitaba para recuperarme, y en los que me muestro doliente, sollozante y digno de compasión. En cuanto vuelve a lucir el sol, me pierdo de vista y el trabajo y la vida me ocupan por completo. Mi diario no refleja nada de todo esto, sino solo mis periodos de desesperación.
A esta constatación de Gide, que me parece común a otros diaristas, añadiría otra de mi coleto, que no sé si es tan común, y es la de que yo no escribo cuando estoy hecha una completa porquería. Si consigo escribir, es que no estoy tan mal, aunque entiendo que un estado de melancolía no exagerado es el ideal para llenar folios, lo mismo de poemas que de fragmentos de diario. 

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LA ANÉCDOTA acerca y el argumento aleja. El argumento: esa espada funebrista de la secta que quiere ganar = tener razón. La anécdota: como tiene haz y envés, vale para Montescos y Capuletos, linda con la risa y la carcajada, relaja la conversación y la conduce a un empate infinito.

Muchos odios han producido las meras palabras, pero sobre todo los generaron los pelmas argumentativos que no encontraron una mísera anécdota con la que adelgazar su ladrillamen.


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DICE BIOY Casares en su "Borges", anotación de 1984:
Domingo, 17 de febrero. Murió Beppo, el gato de Borges. Según Fanny, la cocinera, al morir no maulló sino que exclamó: «¡Ay!».
La sobredosis letrista en que vivía Borges era de tal calado que hasta su cocinera contaba cosas borgeanas o su gato moría de forma literaria :)

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DE LAS entrevistas que Blas de Otero concedió en vida constato dos detalles: el primero, que solo concedió doce, más o menos las que habrá concedido hasta ahora una porquería de poeta como yo (y eso que he rechazado muchas más, esta misma semana una), lo que ilustra la discreción del bilbaíno o la pobreza del mundo poético de la época. El segundo es que coloca a Antonio Machado como su referencia poética máxima en las entrevistas que concede hasta 1960, llegando a decir que el poeta sevillano es "uno de los tres o cuatro poetas más grandes de todos los siglos". A partir de esa fecha, sin embargo, en las cuatro últimas entrevistas que concede, ya no aparece Antonio Machado por ninguna parte, o solo aparece citado, mientras que subraya mucho más la influencia que recibió de otros poetas como Fray Luis de León, Francisco de Quevedo, César Vallejo, Nâzım Hikmet o Arthur Rimbaud.

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TÓMESE ESTO como una mera elucubración maricrónica, pero creo que Blas de Otero dejó de reivindicar a Antonio Machado porque en el fondo le acabó haciendo daño la crítica que se les hace a los poetas sociales, la que les acusa de realismo plano y de no hacer avanzar el lenguaje. Que Otero “de repente” se pusiera a subrayar a César Vallejo o a Rimbaud lo entiendo un poco por ahí. Aunque la presencia de Vallejo es clara en su obra, sobre todo la de Poemas Humanos, la de Rimbaud no se la encuentro por ninguna parte, salvo quizá en Historias fingidas y verdaderas, que son en todo caso de un Rimbaud malo, pues a Otero le faltaba imaginación para la metáfora y arrojo para partirle las piernas al lenguaje.

Alguno me dira, pero Vanessa, cómo, ¿estás diciendo que Antonio Machado era mal referente para presumir porque era de un realismo plano y no hizo avanzar el lenguaje? Bueno, depende. Si tú te lees a Antonio Machado desde Bécquer o Campoamor, le encontrarás mucha innovación y vocabulario; si en cambio te lo lees desde Góngora, Darío o Aleixandre, parecerá pobre en los dos aspectos. Antonio Machado es un referente poético de la hondura, la verdad, el civismo y la inteligencia; pero como referente formal no es ninguna lumbrera. Ya he dicho muchas veces que al sevillano, sus enemigos, para acentuar su anacronismo, le llamaban “el mejor poeta español del siglo XIX”. Al ponerle Blas de Otero en primera línea de sus influencias, estaba reconociendo implícitamente su atraso y poca ambición técnica, solo treinta años después de las vanguardias, justo lo contrario que César Vallejo, del que he dicho muchas veces sin ser escuchada (porque tengo una merecida fama de antiEspaña), que es la completa refutación de la obra de Miguel Hernández y Antonio Machado, también de la de Blas de Otero, pues el peruano es capaz de la misma verdad, la misma hondura y la misma escritura cívica que los tres poetas españoles, pero con una ambición mucho mayor en las técnicas, donde llega a la gastronomía revolucionaria, y encima conserva el niño, el temblor y la ternura.

De hecho, como soy el saco de anécdotas más grande de Vallecas, voy a recuperar esta que leí en las memorias de Medardo Fraile y que acabo de subir a mi blog de anécdotas, chascarrillo que ilustra que en el mundo hispánico se lanzó por las mismas fechas la misma navajilla que en el mundo anglosajón. ¿Os acordáis del famoso ataque de Faulkner a Hemingway, cuando dijo a los alumnos de una universidad “leyendo los libros de Hemingway nunca he tenido que levantarme para mirar en el diccionario alguna palabra que no sé”? ¡Pues en España se vivió la misma anécdota con estos dos poetas sevillanos como protagonistas, si bien uno ya había muerto! Aleixandre le dijo a Medardo Fraile que Antonio Machado era buen poeta, sí, “¡pero tiene un vocabulario tan pobre!”.

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ESCRIBE VASILY Grossman en Que el bien os acompañe:
Y de pronto me acuerdo de la caricaturización habitual de los armenios, de los chistes tontos y subidos de tono del repertorio ruso. ¡Sí, por supuesto, los armenios son primitivos! Son pederastas y estafadores, los personajillos ridículos de esos chistes.

[...] Es triste que la mayor literatura del mundo y sus exponentes hayan contribuido a la despreciable empresa de reforzar el estereotipo del armenio como buhonero, lascivo y corrupto.

¿Por qué la literatura rusa ha recurrido a ese cliché, por qué ha inculcado ese odio obtuso y chovinista?
Lo que dice Grossman no pasa solo en Rusia, sino en todas las naciones del mundo, acentuado desde que el estado secuestró la literatura como manera de asegurar la cohesión de la nación. Un escritor puede escribir sobre las flores, la fugacidad de la vida o sobre Rusia, pero solo si escribe sobre Rusia favorablemente tendrá asegurada la atención de grandes masas de lectores, aunque sean de bajísimo perfil, y será protegido por el mismo estado como parte de "nuestra cultura". Los pobres armenios nunca quisieron ser turcos ni rusos y, al no querer, generaron resentimiento en la población de esas dos grandes naciones, de modo que escribir mal sobre ellos, a sabiendas de que esos folios iban a ser muy festejados "en casa", fue una manera muy barata para muchos escritores de conquistar posiciones en la literatura. Luego, cuando sucede el genocidio y mueren entre uno y dos millones de armenios, los escritores nacionalistas miran para otro lado, porque además muchos de ellos quizá no vieron a un armenio en su vida y se limitaban a propagar los prejuicios "de oídas".

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TANTO JOSEP Pla, para escribir su Cuaderno gris, como Umbral para escribir sus Cuadernos de Luis Vives, partieron de un texto de juventud reescrito 48 años después, en el caso de Pla, y unos cuarenta y cinco años después, en el caso de Umbral.

897


LOVECRAFT MI hermano del alma, salvo por lo racista y xenófobo que era. Dice Javier Calvo en la introducción a sus Cartas:
El hombre del que estoy hablando no tenía vida social, salvo cuando viajaba. No tuvo familia, más allá de un matrimonio fallido que no llegó a los dos años y exento de convivencia. Nunca trabajó, salvo encargos esporádicos como corrector y algún que otro artículo no retribuido. Vivió casi 47 años, y la mayor parte de ese tiempo llevó una vida muy solitaria. [...] Apenas tuvo contacto con el sistema educativo. Es casi seguro que nunca mantuvo relaciones sexuales. 


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ESTO QUE le dice Kafka a Janouch...:
El camino de la cabeza a la pluma es mucho más largo y difícil que el camino de la cabeza a la lengua. En su transcurso se pierden muchas cosas.
...es verdad solo en parte. Se pierden muchas cosas, es cierto, pero también se ganan, y a veces la ganancia es superior a la pérdida.

895


MI FILOSOFÍA de lectura podría resumirse en una constante ampliación individualista de las curiosidades. Estoy tanto contra el folclorismo como contra el imperialismo cultural: a mí nunca se me ocurriría acudir a una tribu de Indonesia a decirles, hey, desgraciados, ¿no sabéis quién es Cervantes, quién Shakespeare, quién Dostoyevski? Pero igual que dejo libre lo que permanece virgen, me crispan los que nostálgicamente quieren regresar a un lugar que nunca existió. ¿Y cómo íbamos a regresar a las literaturas nacionales, si os las habéis inventado entre el siglo XIX y XX? ¿Acaso no os dais cuenta de cuán novísima es la pequeñez de vuestro "nosotros", que durante cinco siglos la Divina Comedia de Dante fue considerada "nuestra" en toda Europa?

894


JEAN-PAUL SARTRE no solo era bizco, sino que también sufrió de exoftalmía, lo que derivaba en sus ojos tan saltones. Dice Sarah Bakewell en En el café de los existencialistas:
Hablar con él desorientaba mucho a los que no estaban advertidos, pero si te esforzabas por centrarte en su ojo izquierdo, te encontrabas invariablemente con una inteligencia cálida: el ojo de un hombre interesado en todo lo que pudieras decirle.

893


EN EL aforismo Nº 4027 de su Ideolojía Juan Ramón Jiménez toca el tópico del artista como andrógino:
EN jeneral las mujeres jeniales son algo viriles, los hombres jeniales algo femeniles; porque el jenio necesita integración. Lo humano jenial ha de fundir niño, mujer y hombre simultánea o sucesivamente. 

Un caso supremo sería bastante como jenio; Goethe: llorón y enérjico, exhibicionista y solitario, enamorado y esquivado, etc.
Ya Platón se refirió al andrógino como al ser original que, al ser dividido en dos, hace que nuestras vidas sean un deseo constante por recuperarlo. Pero Platón no vinculó lo andrógino específicamente con los artistas; los primeros que lo hicieron fueron los románticos alemanes, con los hermanos Schlegel y Novalis a la cabeza, y quien fijó la idea para siempre fue Coleridge en su Biographia Literaria, donde precisó que no es que el artista tenga partes de mujer ni de hombre, sino que las trasciende en una nueva totalidad plena, lo andrógino. Coleridge puso a Shakespeare como el paradigma principal ("Shakespeare no pertenece a ninguna época ni a ningún país. Posee el equilibrio de la mente andrógina"), con lo que estoy en desacuerdo, porque Shakespeare, salvo en sus sonetos, es mucho más andro que gino, con personajes sectarios y tumultuosos que muestran exagerados instintos de agresión. El paradigma que propone Juan Ramón Jiménez, el de Goethe, me parece mucho más adecuado (aunque tiene más gino que andro), porque este autor alemán tiene partes de su obra donde se muestra romántico, nacionalista y subyugado por Napoleón, pero también tiene otras, a mi parecer de más peso, donde se muestra clásico, sereno, spinozista y universal.

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LO QUE nos asusta de Borges es su perfección, tan inhumana. De ahí que todas las críticas que recibe su literatura vayan en el mismo sentido: es frío, es cerebral, es pura geometría, no hay espacio en su obra para lo erótico y casi ni para el amor. Obsérvese que son el mismo tipo de críticas que recibe la Inteligencia Artificial, a la que también se le reprocha gelidez y falta de espontaneidad, al punto de que se puede aventurar que la IA, cuando alcance su versión más perfecta, escribirá como Borges, igual que él dijo una vez que Dios, si escribiera, lo haría como Victor Hugo.

891


DICE UMBRAL en su biografía sobre Delibes que, igual que Stendhal leía cada día unas páginas del Código Penal francés para conseguir un estilo más preciso, Delibes leía el Código Mercantil español con el mismo objetivo.

890


EL ROMANTICISMO es para mí la principal corriente de todos los tiempos, pero distingo el romanticismo rosa del negro, que tiende a verse como antirromanticismo pero que en mi opinión es otra forma del mismo. Cuando Jesucristo dice que hay que poner la otra mejilla, está haciendo romanticismo rosa; pero cuando Breton dice que el mayor acto surrealista es salir a la calle y disparar a alguien, hace romanticismo negro. Cuando en las películas de Hollywood todo acaba bien al unísono, se está haciendo romanticismo rosa; pero cuando La Rochefoucauld no encuentra más motivo en los actos de los hombres que la vanidad, está haciendo romanticismo negro. Cuando San Francisco se pone a hablar con el lobo de Gubbio, está haciendo romanticismo rosa; pero cuando Baudelaire escribe Las flores del mal, está haciendo romanticismo negro.

¿Para escribir hay que sufrir padecimientos y tener el cuarto lleno de cucarachas, como dice Bukowski? Romanticismo negro. ¿Para ser feliz basta con trabajar y creer en la providencia de Dios, como dice Helen Keller? Romanticismo rosa. ¿La filosofía consiste en encontrar verdades brutales e inmorales, como dice Nietzsche? Romanticismo negro. ¿Con la sola educación y racionalidad se llegará a un mundo sin clases ni poderes, como dicen los anarquistas? Romanticismo rosa. ¿La única manera de aprender algo es mediante el sufrimiento, como dice Cioran? Romanticismo negro. ¿Los pobres, solo por el hecho de ser pobres, son buenas personas? Romanticismo rosa.

Hay que tener mucho cuidado con los que practican tanto el romanticismo rosa como el negro, porque son personas que buscan el efecto fácil que causa el exageracionismo. Por suerte, a partir del libro número mil te empiezas a cansar de todos estos histerias, lo mismo santos que satanes, optimistas que pesimistas, bondadosos que feroces, porque se les empieza a ver de lejos que están componiendo posturas, que son incapaces de ser naturales, y te empiezas a refugiar en escritores que no tratan de forzar las cosas, tipo Polibio, Goethe, Tocqueville, Camus...

889


CON RAZÓN la principal crítica que se le hace al Borges de Bioy es que está lleno de chismes, maledicencias y morbosidades. Pero es parte de su encanto: es un libro con muchas capas que también ofrece capas cultas en forma de consideraciones profundas sobre cualquier arista de la literatura. Tengo escrito por ahí que la imagen tutelar de ese libro, que me sorprende que algún viñetista no la haya dibujado, es la de esa ocasión en que Borges se va al baño a mear y, con la polla en la mano, sigue hablando con Bioy de literatura.

Entre las morbosidades, algunas llegan a unos extremos de morirse de la risa. Por ejemplo la del 10 de noviembre de 1956 en que Estela Canto persigue a Borges en el metro mientras le llama "hijo de puta". Aclaro que se habían separado diez años antes y Estela se acababa de afiliar al Partido Comunista: 
Borges cuenta que se encontró con Estela: «No le dije nada a Madre, porque ya le tiene bastante rabia; no hay para qué darle más motivos para que la aborrezca. Me vio en la estación del subterráneo y me gritó: “Hijo de puta, no te me vas a escapar”. Corrí y me metí en el subterráneo; Estela corrió detrás y se metió también. Solo después pensé que, como Estela ve muy poco, si me hubiera hecho a un lado y me hubiese quedado inmóvil, tal vez la hubiera perdido. Delante de toda la gente, me habló a gritos». Tuvieron este diálogo: Estela: «No te me vas a escapar, hijo de puta. Vas a hablar conmigo». BORGES: «Con esa conversación hecha de lugares comunes va a ser difícil e inútil hablar». Estela: «Tenemos que hablar. Porque sos un hijo de puta y un gran escritor. He leído las inmundicias que decís en ese reportaje de El Hogar. En tu servilismo al gobierno has llegado hasta lo más bajo. Vos no estarías del lado de Martín Fierro, sino de la partida. Sin embargo, cuando triunfemos, no te van a degollar, porque yo voy a salvarte». BORGES: «En cambio, si triunfamos nosotros, nadie va a tener que salvar a nadie. A nadie vamos a matar». Estela: «Nosotros sí. Lo que te pasa es que no querés hablar conmigo porque sabés que tengo razón. Vos escribís lo que escribís pensando en mí. Lo escribís para vengarte de mí. Siempre pensás en mí». BORGES: «No. Escribo pensando en Frontini». (Frontini ha escrito con María Rosa Oliver un libro en defensa de la China comunista). Estela (furiosa): «No vas a tener la última palabra. Sos un hijo de puta. Ya te has salvado de mí, porque bajo en Independencia».
Curiosamente, la historia de Borges y Estela Canto se parece mucho a la de Iratxe conmigo. Borges no tuvo sexo nunca con Estela (AQUÍ y AQUÍ) y ella lo acabó dejando "porque yo no me caso con un hombre si antes no tengo sexo con él" (AQUÍ). Yo tampoco follé nunca con Iratxe y ella, cuando me dejó, me envió a mi correo precisamente esa palabra, "HIJODEPUTA", pero sin ninguna guarnición y escrito a cuerpo cuarenta, porque ella era todavía más intensa que Estela :)

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BIOY CASARES recupera un parlamento que hizo Borges sobre Coleridge en 1958:
Borges recuerda una recomendación de Coleridge a un joven escritor, en el sentido de que nunca debe uno empezar a escribir autobiográficamente: las verdades sobre uno quedan para después. Un muchacho joven que está atento a sus reacciones, para luego escribirlas, se volverá muy tonto. Vivirá mal y escribirá mal. Todo lo que escriba será pobre y crudo. Coleridge aconseja (pensando en su propia experiencia) que se evite ante todo caer en ser autor, porque esto seca el corazón.
Menos mal que ni Gide ni Plath ni Pizarnik ni Cioran ni Sexton ni Papini ni Bukowski ni Lessing ni Umbral ni Knausgård le hicieron caso, por decir algunos nombres célebres que empezaron a escribirse desde el minuto uno. ¿Y de dónde vienen estos prejuicios contra la egoescritura, teniendo en cuenta que también Pascal le daba con la vara a Montaigne por usar tantas veces la palabra “yo”? Creo que el rechazo procede de la noche de los tiempos, de la tribu que señala con el dedo al miembro ensimismado que no arrima el hombro, rechazo que ha llegado a la modernidad en tres frentes: por una parte nos acusan los creyentes religiosos, por otra la derecha conservadora y por otra la izquierda colectivista, que cultivan una gama de sospechas hacia el yo que van desde la simple reticencia a la oposición radical.

Sucede que la persona que está tan interesada en sí misma, con solo radicalizarse un poco, deja de atender sus obligaciones con el rebaño o hasta niega obligación alguna, y entonces, ¿quién cuida al abuelo, quién da limosna en la iglesia, quién continúa la lucha de clases, quién defiende a Argentina?

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PERO QUÉ personaje más grande fue Juan Ramón Jiménez, mezcla de fascinante y mal bicho. En el Borges de Bioy Casares, Francisco Ayala hace un parlamento sobre él que no tiene desperdicio:
Jueves, 16 de agosto de 1956. Por la noche, comen en casa Borges, Francisco Ayala y Lisi justo. Ayala refiere que Juan Ramón Jiménez ha desarrollado últimamente a tal punto su olfato que de pronto dice: «Ahí viene Gómez con sus botas», y efectivamente, a los diez minutos llega Gómez, con sus botas de cuero de Rusia. Ayala: «Al único colega que soporta es a su enemigo, don Federico de Onís. Lo soporta —o lo soportaba— porque no huele a jabón. Cuando supo esto Onís, tomó una determinación heroica y se bañó. El olfato de Juan Ramón se extiende hasta lo inconcebible. Uno lo llama por teléfono. El poeta se queja: “¿No sabe usted lo malo que me pone el cigarro?”. “¿Pero por teléfono, Juan Ramón?”. “A ver, no me va a decir que usted no está fumando”. Y efectivamente, uno está fumando. Ya no dicta clases, lo que es un alivio para la Universidad. Empezó con mucho empuje, queriendo dar dos cursos, uno de poética y otro de Historia literaria. En ambos dio siempre la misma clase, en que atacaba a la misma gente: “¿Azorín? Buen sinvergüenza es Azorín. Un vendido. ¿Y Unamuno? Un genuflexo. ¿Y el delicado poeta Antonio Machado? Un hombre que vivía en medio de la mugre. Como nunca en la vida se había descalzado, la suela y las plantas de los pies se le habían unido. Estaba herrado y caminaba como un ánade”».
Y unos meses después, tras recibir Juan Ramón Jiménez el premio Nobel, Borges recuerda sus maledicencias, mira quién habló:
Sábado, 27 de octubre de 1956. Hablamos del Premio Nobel, [...] Borges recuerda que hablaba mal de casi todos sus compatriotas: «Decía: “No se podía visitar a Pérez de Ayala. Tenía la casa adornada con jamones y chorizos”, o: “No se podía visitar a Azorín. Tenía en la mesa de luz un cenicero con un Quijote de metal, de cincuenta centímetros de alto”, o: “En casa de Antonio Machado no pude sentarme en la silla que éste me ofrecía porque en ella había quedado olvidado, de varios días probablemente, un huevo frito”».

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DICE UMBRAL, en su ensayo sobre Cela, que el escritor gallego habló con todos los alcaldes de la Alcarria para que pusieran placas recordando que por allí pasó el viajero del famoso Viaje a la Alcarria. Los alcaldes accedieron, pero los chavales alcarreños comenzaron a romper las placas a pedradas y a dejar sobre el nombre de Cela la pintada de «fascista».

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HABLANDO DE la filosofía de Bukowski hace unos días en Threads, aunque ya es atrevimiento decir que el gran borracho tuviera siquiera en un mínimo barrunto lo mismo que Descartes, yo decía que este autor es quizá el que más daño ha hecho a las nuevas generaciones de escritores y que el antídoto está en él mismo, que escribió su obra maestra La senda del perdedor cuando a) ya era famoso, comía bien y no vivía en un cuarto lleno de chinches b) ya no bebía, porque en esa época su médico le prohibió el alcohol y c) ya no era un ser marginado ni fracasado.

Hasta se compró una casa y un BMW negro, según cuenta en Hollywood. Se pasó toda su obra relacionando la buena literatura con la bebida, el fracaso, la marginación, la pobreza y las cucarachas en el cuarto, pero la razón de que Bukowski sea un gran escritor popular es que tiene talento, mientras que hay millones de escritores sin talento que ahora, por culpa de su irresponsabilidad, están en esta situación: "Vamos a ver: ya tengo el cuarto lleno de cucarachas. Ya me dejó mi novia. Ya perdí mi empleo. Ya me desprecia toda mi familia. Ya bebo a espuertas. Ya estoy en esa situación psicológica a-punto-de-suicidarme que tanto elogiaba mi ídolo Bukowski. Entonces..., ¿por qué no me sale "La senda del perdedor"?

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...Y ES muy revelador que Bukowski llamara "La senda del perdedor" a su obra maestra, cuando en la época en que escribía la obra, entre 1979 y 1981, ya era un triunfador en USA y Europa, sobre todo en Francia, Reino Unido y Alemania, donde las feministas teutonas hasta le cortaban la carretera con pancartas de "BUKOWSKI CERDO MACHISTA". Teniendo en cuenta que empezó a escribir en serio en 1969, cuando John Martin del Black Sparrow Press le ofreció 100 dólares al mes para que se dedicara solo a la escritura, y que con su primera novela, Cartero, publicada en 1971, ya cosechó su primer éxito, ¿de qué "perdedor" está hablando?

Más bien a Bukowski le pasó lo mismo que más tarde a Joaquín Sabina o Bruce Springteen: son tipos que triunfan con el papel romántico de fracasados y luego no hay manera de que lo suelten, aunque vivan en el Taj Mahal y luzcan una flota de ferraris.

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EL ENEMIGO primordial de un sectario no es el sectario del otro bando, sino el no-alineado. Sartre a Camus, después de que este dejara claro que también condenaba el régimen soviético: «Solo encuentro una solución para usted: las Islas Galápagos». Benedetti sobre Borges, en los tiempos pre-Videla y pre-Pinochet en que a Borges todavía se le consideraba un "escapista": «Mientras América Latina busca una voz propia y se desangra en luchas, nuestro escritor más internacional decide consagrar el resto de sus días a aprender el noruego antiguo».