SI TRATAMOS a las personas como palomas, ¿por qué nos irían a corresponder como lobos, señor La Rochefoucauld? Y habiendo encontrado usted todos los defectos posibles en el homo sapiens, ¿cómo se le olvidó escribir algunas máximas que versaran sobre la fácil fama que alcanzan algunos escritores cuando se dedican a la demolición barata del ser humano?