630


SOSTIENE MARIO Mario Benedetti que la poesía de Neruda está entroncada en lo literario y la de Vallejo en lo humano. No estoy muy de acuerdo: si comparas a Neruda con Vallejo o Vilariño, desde luego que Vallejo o Vilariño son más humanos; pero si comparas a Neruda con Rubén Darío, Gabriela Mistral, Huidobro, Lorca, Jorge Guillén o Aleixandre, la humanidad nerudiana destaca por encima de la de los nombrados. También habría que ir poemario a poemario, porque no es lo mismo los 20 poemas, donde Neruda se muestra muy literario, que España en el corazón, donde es un huracán,  que las Odas, donde celebra seres, materiales y cosas. Por otra parte, lo humano es solo la gradación que sigue a lo pre-humano, a lo animal: Neruda es un poeta más animal que Vallejo y, cuando se pone, el poeta más animal del idioma. Lo que sí comparto con Benedetti es que la influencia de Neruda es castradora y la de Vallejo admite más salidas. Escribe el autor de La tregua en su artículo Vallejo y Neruda: dos modos de influir, publicado en 1972:
En tanto que Neruda ha sido una influencia más bien paralizante, casi diría frustránea, como si la riqueza de su torrente verbal solo permitiera una imitación sin escapatoria, Vallejo, en cambio, se ha constituido en motor y estímulo de los nombres más auténticamente creadores de la actual poesía hispanoamericana. No en balde la obra de Nicanor Parra, Sebastián Salazar Bondy, Gonzalo Rojas, Ernesto Cardenal, Roberto Fernández Retamar y Juan Gelman, revelan, ya sea por vía directa, ya por influencia interpósita, la marca vallejiana; no en balde, cada uno de ellos tiene, pese a ese entronque común, una voz propia e inconfundible. (A esa nómina habría que agregar otros nombres como Idea Vilariño, Pablo Armando Fernández, Enrique Lihn, Claribel Alegría, Humberto Megget o Joaquín Pasos, que, aunque situados a mayor distancia de Vallejo que los antes mencionados, de todos modos están en sus respectivas actitudes frente al hecho poético más cerca del autor de Poemas humanos que del de Residencia en la tierra).