SOBRE RIMBAUD me pregunto qué pensaríamos de él si hubiera conseguido destruir el Museo del Louvre, como realmente pretendía según consta en la biografía de Graham Robb. Si eso hubiera rebajado su gloria o si los cretinos habituales, siempre obnubilados ante la maldad gratuita, lo hubieran ascendido a un cielo todavía más alto.