ESCRIBE PLUTARCO en Sobre la fortuna, opúsculo de sus Moralia:
Las artes tienen a Ergáne «y a Atenea» como patrona, no a la Fortuna. Sin embargo, cuentan que cierto artista que estaba pintando un caballo, lograba con éxito sus propósitos en las demás formas y colores, pero la porosidad de la espuma, agolpada alrededor del freno y el jadeo que sucedía al mismo tiempo, no le agradaba cómo le estaba saliendo. Así pues, los borraba una y otra vez; al fin, de rabia, arrojó contra el lienzo la esponja, tal y como estaba llena de colores, y ésta, al golpearlo, lo pintó de forma maravillosa y logró el efecto deseado. Ésta es la única obra de arte debida a la fortuna de la que yo he oído hablar. En todas partes se emplean cánones, pesos, medidas y números para que los trabajos nunca se vean sometidos a la probabilidad y a la fortuna.
Si Plutarco hubiera conocido la modernidad, se habría encontrado no una obra, sino miles de ellas surgidas siguiendo los procedimientos del azar, desde el dadaísmo en adelante, y hasta escuelas que descreen de la obra perfectamente hecha.