DICE HENRY Miller en Hablan los escritores:
A pesar de que era un tipo estupendo a su manera, creo que en el fondo, Orwell era estúpido. Como tantos otros ingleses, era idealista y, en mi opinión, un idealista imbécil. Un hombre de principios, como se dice. La gente de principios me aburre.
Cosas parecidas he leído de Genet refiriéndose a Camus o de Bukowski refiriéndose a Ginsberg. Desde el otro lado, también se pueden encontrar muchas declaraciones de escritores engagés acusando a los demás de escapistas. Esta división se suele disolver cuando la situación social llega al límite: en caso de guerra o catástrofe hasta los artistas más puros se ponen a escribir en político, salvo excepciones. A veces esta guerrilla literaria (Neruda) es cruenta: cuando a Harry Martinson le dieron el Nobel de literatura en 1974, fueron tales las críticas que recibió por ser un poeta no comprometido, que el pobre Martinson, hipersensible, tomó unas tijeras y se hizo un harakiri a la europea, infligiéndose heridas tan graves que falleció en un hospital meses más tarde.