Escribe Thoreau en La esclavitud en Massachusetts:
Cada vez estoy más convencido de que, en lo que respecta a cualquier asunto público, es más importante saber lo que piensa el campo que lo que piensa la ciudad. La ciudad no piensa mucho. Preferiría saber la opinión de Boxboro sobre cualquier asunto moral que la de Boston y Nueva York juntas.
Cómo patina Thoreau, esto es romanticismo de primero de preescolar, aunque creo que adivino su idea y existe algo de verdad en ella. Es cierto que la gente de ciudad lee más prensa y parece que está más informada, pero en realidad no es así, porque la prensa/propaganda es lo contrario de la literatura: no abre la mente sino que la cierra. En el campo, en cambio, se consume menos prensa y los campesinos siguen pensando por su propia cuenta, lejos de lo que les piense The New York Times o la BBC.

Hasta aquí parecería que Thoreau llevara la razón, pero solo una razón aparente, porque los campesinos, ¿acaso no son influidos por nada? Claro que lo son: son influidos por lo que les dijeron sus padres, sus abuelos y sus sacerdotes, por lo que en todo asunto público se ponen de parte de la costumbre y la tradición, esto es, de la derecha. Si fuera por la opinión del campo, muy pero que muy crudo lo iban a tener siempre el laicismo, el universalismo, el feminismo o el LGTBI.