EN EL prefacio a su Historia del mundo, el historiador J. M. Roberts, después de avisarnos de que va a hablar muy poco de amplias zonas de África o de la América precolombina "porque apenas han influido en el resto de la humanidad", nos añade para curarse en salud:
No puedo evitar escribir desde el punto de vista de un varón británico, blanco y de clase media. Si eso se interpreta como un obstáculo demasiado insuperable, se pueden encontrar otros enfoques, pero el lector también deberá evaluarlos con la misma vara de medir antes de emitir su valoración.
No han influido apenas en la humanidad y por tanto no nos han puesto al borde de la hecatombe climática o nuclear, señor Roberts; ya decía Gibbon que los gobernantes buenos no hacen historia. Cuando el Titanic se hunda, espero que los que sí que han influido mucho tengan la decencia de ceder los botes salvavidas a quienes ninguna culpa tendrán del hundimiento.