OTRA BARBARIDAD, esta de Gregorio Marañón en sus Ensayos Liberales. A Marañón no le gusta que los adolescentes tengan sexo, ergo se mete en un jardín:
El retardo en el ejercicio sexual del hombre, aparte de las ventajas de orden ético, influye, indudablemente, en el mejor desarrollo del individuo y en la raza. No tanto por las tan comentadas afecciones debilitantes que se derivan de una sexualidad precoz, y que son, desde luego, ciertas, ni por el peligro, también indudable, del contagio venéreo, sino porque, como los estudios recientes nos enseñan, la maduración sexual precoz inhibe el desarrollo físico. Yo estoy seguro de que una de las razones de la talla baja y la mezquindad física de muchos pueblos meridionales se debe al comienzo temprano de la vida sexual. La continencia juvenil es un precepto de primordial importancia para la vitalidad de las razas.