UMBERTO ECO tuvo la desgracia de nacer un 5 de enero y casi nunca recibió regalos de cumpleaños, porque la proximidad con la fecha de Reyes provocaba que solo recibiera regalos pertenecientes a esa fiesta navideña. Esta anécdota quizá explique un poco su profesión: ¿quién dedica media vida a algo tan coñazo como la semiología, salvo un niño sin regalos de cumpleaños?