CONTAMOS CON la opinión del estado, que solo desea fortificar el rebaño y siempre favorece a los autores folclóricos, aquellos que cantan a la tierra y “sienten” la camiseta, y contamos con la opinión de los escritores, que a veces consiguen superar el contexto y juzgan atendiendo a los valores literarios. Si dejamos que el estado fije el canon, naturalmente que Gabriel Aresti será siempre el poeta nacional de Euskadi y Federico García Lorca el de España, como Tu Fu será el de China o Whitman el de Estados Unidos. Si en cambio el canon lo fijaran los escritores o aun los lectores, antes de ser adoctrinados con la roña nosotrista en las escuelas...