727


SOBRE TODO no sucumbir a los amateurs ni a los contemporáneos. Creo que fue en 2008 cuando dije por primera vez que un escritor de ambición nunca debe consumir menos de nueve gramos de Neruda por cada gramo que consumes de tu amiguete X o de tu amiguete J. Esta declaración no me atrajo lectores, simpatías ni amigos, sobre todo teniendo en cuenta que el mundo de la lumpenescritura se basa en el yo-te-leo-si-tú-me-lees, pero a ella he permanecido fiel desde que empecé a empuñar el bolígrafo. No existe otra alternativa, porque si lees mucho más a tus conocidos amateurs que a Dostoyevski, por fuerza tus escritos acabarán pareciéndose más a los de tus conocidos que a los de Dostoyevski.