CUANDO SE dice que la razón es una parte de la animalidad, se olvida decir que es una clase de animalidad que mitiga, tutela y hasta se opone a nuestros instintos o emociones, según el caso, y creo que esa es la causa de que muchos filósofos (Platón, Descartes, Kant) cometieran el error de sacarla del cuerpo y la colgaran de las nubes. Un epicúreo, en cambio, enseguida ve que no es obligatorio que la razón ejerza de anti y la pone de acuerdo con la naturaleza y los placeres (con moderación, en el caso de que sea un hedonista ético, como Epicuro, o sin ella, en el caso de que sea un Petronio). Y qué decir de un fascista: para un fascista la razón no tiene que limitar ni controlar nuestros instintos egoístas más básicos, sino espolearlos y llevarlos al triunfo.