PERO QUÉ pedazo de obra maestra es el Eclesiastés, por favor, sin duda uno de mis libros favoritos del Antiguo Testamento junto con Génesis, Éxodo, Reyes e Isaías. Llevaba por lo menos veinte años sin leerlo, no sé por qué, y al regresar a él esta noche me he quedado asombrada de hasta qué punto su mensaje coincide con la filosofía de Cioran. El Eclesiastés nos dice que todo es absurdo y vanidad, que no existe el progreso, que es mejor estar muerto que vivo, que todo incremento del saber se hace a costa de un aumento del dolor, así como que toda acción suscita una reacción de los demás, puntos que también son esenciales en la filosofía de Cioran, al que con razón le gustaba este libro. Solo hay un pequeño momento en el que el Salomón judío deja de solaparse con el Cioran rumano y se concede un respiro, cuando dice en el 8:15: "Y yo por mí alabo la alegría, ya que otra cosa buena no existe para el hombre bajo el sol, sino es comer, beber y divertirse".
Otro detalle, que se me había escapado en otras lecturas, es que el Eclesiastés es un libro enteramente racional y laico, salvo una llamada a ser "temerosos de Dios" que se hace justo al final. Pienso que perfectamente lo podría haber escrito un griego, lo que me lleva a plantearme que igual lo griego y lo judío no son tan opuestos como se me ha contado, al menos a la luz de este libro.