EL PROBLEMA que tengo con Séneca es la rigidez. Normal que elogie tanto a Catón de Útica, otro rígido. Conocí en Vizcaya a muchas personas de esas, cuya constante es que siempre tienen razón y llevan la moral a extremos tan cómicos que se olvidan de algo superior, que es la comprensión: las personas buenas comprenden, saben que es normal que la gente tenga defectos o errores y muestran ante ellos paciencia y manga ancha. Una persona rígida, en cambio, prefiere ser mala persona pero tener razón, es alguien que está esperando cualquier minifallo tuyo para colocarte sermones como los de Séneca, si bien no del mismo nivel literario que los del cordobés, que reconozco que es muy alto.