DE LAS mejores anécdotas de la literatura & política me parece esta que protagonizaron Churchill y Bernard Shaw y que voy a contar de memoria. Iba a estrenar Shaw una obra de teatro y se le ocurrió regalarle dos entradas al premier británico, pero antes le advirtió:
—Puede usted venir solo, si no tiene ningún amigo que le acompañe.
A lo que Churchill, cazando la indirecta al vuelo, le respondió de inmediato:
—Procuraré ir a la primera función, por si no hay segunda.