CHÉJOV COMPARA a los escritores mayores y menores con perros grandes y pequeños, pero la comparación no me parece afortunada, porque los perros pequeños ladran y alborotan mucho, estruendo en el que nunca incurren mis deliciosos animalitos de la literatura como Teofrasto, Marcial, Luciano, Lichtenberg, Renard, Daudet, Saint-Exupéry, Camba, Léautaud, Prévert, Pizarnik, McCullers, Gómez de la Serna, Monterroso, Gibran, Pla, Lec...