EN SU día trasladé la opinión que de los espartanos tenía Bertrand Russell (AQUÍ); hoy leo esta que escribe Asimov en su obra de divulgación Los griegos:
Los griegos de otras ciudades-Estado a veces admiraban el modo espartano de vida porque les parecía virtuoso y pensaban que había llevado a Esparta a la gloria militar. Pero se equivocaban. En arte, música, literatura y el amor a la vida —en todo lo que hace que merezca la pena vivir— Esparta no hizo ninguna contribución. Solo podía ofrecer un modo de vida cruel e inhumano de la brutal esclavitud de la mayoría de su población y solo una especie de ciego coraje animal como virtud. Y su modo de vida pronto fue más aparente que real; fue su reputación la que la salvó durante un tiempo, mientras su sustancia estaba podrida.