ESTO QUE le dijo Anatole France a Julia Daudet, amiga de Proust, sobre todo la última frase, es algo que podríamos haber dicho todos sobre algunos mamotretos:
Las obras de Proust no me dicen nada. Él era agradable y ocurrente y poseía una aguda capacidad de observación pero, ¿qué se puede hacer? La vida es demasiado corta y Proust es demasiado largo.