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DEJÓ DICHO el posadero del Alpenrose, uno de los dos pequeños hoteles en que vivió Nietzsche durante sus estancias en Sils María, que el filósofo comía hasta dos kilos de fruta al día, lo que le provocaba continuos problemas intestinales.

Empieza a quedar claro que la fruta es el alimento por antonomasia del aforista, y la diarrea su amigo más frecuente...