DICE SAFRANSKI que Nietzsche se opuso en Basilea a la derogación del trabajo infantil, que entonces se extendía a jornadas de diez a once horas, aunque era partidario de no dar un trato demasiado cruel al obrero "a fin de que él y su descendencia trabajen bien en favor de nuestra descendencia".
El intento de convertir a este bicho en leyenda de la izquierda es la mayor estafa intelectual que conozco.