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RESULTA QUE también Nietzsche estaba lleno de Vanessa. Dice Safranski que su "afeminamiento y onanismo" eran comidilla pública y que Wagner lo hirió "mortalmente" cuando le dirigió una carta donde le sugería que dejara sus amistades masculinas íntimas y se echara una mujer. Pero Safranski se niega a que la obra del helenista alemán se lea de acuerdo a estas sospechas y soy de la misma opinión, porque cada persona vive su sexualidad de forma diferente, y no sabemos hasta qué punto Nietzsche vivía su condición sexual (la que fuera) con repudio u orgullo, o qué peso le concedía a ese punto en su existencia. Por lo pronto, las dos personas que más admiraba del mundo antiguo, Alejandro Magno y Julio César, fueron conocidos plurisexuales, y la persona que más idolatraba de la modernidad, Napoleón Bonaparte, una travesti en su tiempo libre. También Dioniso, el dios nietzcheano por excelencia, era un dios que los antiguos caracterizaban como andrógino.