CUENTA ANA Jáuregui en su biografía de Pascal que en la ciudad de Clermont, donde nació el escritor y matemático francés, el porcentaje de niños muertos en el parto era del 58%: para que Pascal llegara a ser Pascal tuvo que acertar a figurar en ese 42% de afortunados que sobrevivía. Esta cruda anécdota demuestra hasta qué punto, en el pasado, las musas más necesarias para el escritor eran las que te facilitaban el parto o te alejaban de la gripe, la tisis, la peste, la viruela.