HAMLET fue la única obra literaria de un autor no hispánico que me hicieron leer desde EGB a COU. Y Rubén Darío y Pablo Neruda fueron mis dos únicas lecturas en español de autores no nacidos en España: ahí se acabó en mis planes de estudio toda la representación de la literatura extranjera (total, qué importa, si los extranjeros solo suponen el 99'4% del mundo). Y conste que estudié en un tiempo donde las competencias de educación aún estaban en manos del estado central y no de las autonomías, como están ahora, lo que hace temerme lo peor. Si a mí me obligaron a leer un saco de escritores de segunda por culpa de la superstición España, ¡cuántos de tercera y hasta de cuarta no te harán leer por culpa de la superstición Euskadi o la superstición Catalunya!