LO MENTIROSOS que son los poetas. No te puedes fiar ni de aquellos por los que a priori pondrías la mano en el fuego: ¡Whitman escribía reseñas positivas de su propio libro Hojas de Hierba y las publicaba de forma anónima en los diarios! Escribe Eduardo Moga sobre el bardo estadounidense:
Vale la pena subrayar también que Whitman, acaso para contrarrestar las críticas desfavorables, que él ya preveía furibundas, y, en cualquier caso, como muestra de su permanente convicción —en la que fue pionero— de que había que trabajar sin pausa por elaborar una imagen que contribuyera a su popularidad y su fama, como ha subrayado David Haven Blake en Walt Whitman and the Culture of American Celebrity («Walt Whitman y la cultura de la celebridad americana»), escribió tres críticas de la primera edición de su propio libro, que se publicaron anónimamente en sendos medios literarios: la primera, muy extensa, titulada «Walt Whitman y sus poemas», apareció en el número 5 de United States Review, en septiembre de 1855; la segunda, mucho más breve, «Un chico de Brooklyn», vio la luz en el Brooklyn Daily Times el 29 de septiembre de 1855; y la tercera, «Un poeta inglés y uno americano», en la que comparaba su poemario con Maud y otros poemas, de Alfred Tennyson, se publicó en el número 22.4 del American Phrenological Journal, correspondiente a octubre de 1855. Es innecesario decir que todas las referencias a Hojas de hierba en estas críticas son muy elogiosas. Quizá por eso sus contemporáneos sospecharon desde el principio, y confirmaron muy pronto con regocijo, que su autor era el mismo que el de los poemas.
Se entiende un poco mejor, después de conocer esto, la opinión que nos trasladó Thoreau sobre su compañero de letras: «Whitman no solo estaba ansioso por hablar sobre sí mismo, sino que también era reacio a que la conversación se apartase de ese tema durante demasiado rato».