LO QUE le hubiera gustado a Nietzsche esa estadística que he leído hace poco según la cual los ricos se saltan los semáforos en rojo en mayor proporción que los pobres. Pues eso es más o menos lo que decía él: sostenía que la ética es un invento de los débiles contra las personas más fuertes. Le gustaba recordar que Dostoyevski, cuando estaba en Siberia y conoció a tantos delincuentes y condenados, se quedó muy sorprendido porque "esperaba encontrarme con personas perdidas, pero me encontré con lo más fuerte y robusto de la juventud rusa".