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HE REGRESADO a un griego español, José Antonio Marina. Griego porque se interesa por las otras culturas, porque conoce el infinito de las morales y los dioses, porque parte de un nosotros adelgazado por la tolerancia. Me gusta de Marina que cultiva el instinto de Camus por los síes, por las soluciones que si no son colectivas no pueden ser soluciones, porque contra viento y marea predica felicidad pública. También porque no se deja engañar por algunos mitos de la modernidad: Marina llama "toreo de salón" al regodeo en el mal de algunos románticos y vanguardistas; niega que el lector sea el principal actor del libro, como dice el mantra de nuestra época, y sonríe cuando una rama de la psicología cognitiva aboga por acabar con los problemas mirándolos desde la positividad. Es Marina también un ilustrado impenitente que ha dado la batalla a Foucault en la filosofía y la está dando al trumpismo en la política.

También es verdad que he regresado a él porque es de los pocos que tiene los libros en epub en la Casa del Libro, a precios entre seis y doce euros cada uno :)